Casa-estudio de Conlon Nancarrow*
De visita en la casa que mi Tío Tlacuache, Juan O’Gorman, le construyó al compositor.
La casa tiene una gran relevancia, no sólo porque conjuga, entrelaza, las vidas de dos enormes creadores mexicanos, sino porque además es la única casa que nos queda de pie como testimonio de la arquitectura llamada «orgánica» de Juan O’Gorman, tras la despiadada destrucción del castillo de sus sueños en Av. San Jerónimo.
La casa, en realidad, está constituía por tres moradas. La primera —en estricto
orden de prelación— se la construyó a sí mismo el propio compositor. Nada como
visitar la habitación que se diseñó Nancarrow para sus creaciones, con tabiques
elaborados a partir de material extraído de su jardín, y su biblioteca. Ambos
espacios son geniales.
Adosada a la primera, se encuentra la casa motivo de esta publicación, que Juan le construyó al compositor en 1948, y que tiene mosaicos por todos lados en su exterior. Está conectada con la primera en un paso completamente fluido, y ahí encontramos la recámara de Conlon que, junto con la terraza cubierta, mira al jardín por amplios ventanales de piso a techo. Un pequeño baño, y la cocina.
Y la tercera, fue el regalo de bodas de mi padrino para Nancarrow, diseñada y
edificada muchos años más tarde. Ésta última es funcionalista, dato
interesantísimo, ya que para entonces (y desde mucho antes), Juan, de hecho,
había abandonado el funcionalismo.
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*Nota al margen:
Por ahí me preguntaron si la casa-estudio Conlon Nancarrow está abierta al
público. En realidad, no lo está, pero se puede visitar la muestra “Amistades
Estructurales” en la Casa del Lago. Esta exposición, cuya curaduría estuvo a
cargo de la Mtra. Adriana Sandoval, permanecerá abierta hasta el 18 de
febrero, aunque probablemente se ampliará hasta el 25 de marzo de 2018.
http://www.casadellago.unam.mx/…/exposiciones/80-amistades
En cuanto a las imágenes que acompañan a este texto, el crédito de dos fotos corresponde a Marcute Velasco. La demás son de mi autoría.
Jesús Tovar
junio 23, 2022 @ 6:47 pm
En todas las obras de O´Gorman hay una verdadera búsqueda. Por ejemplo, en la construcción de sus bellos murales hay toda una técnica implícita de gran valor que desarrolló tengo entendido con Diego Rivera. Evoca de cierta manera esa forma de idealizar que tenían los dos artistas al «mundo prehispánico» pero voy más allá, desarrollaron una obra nueva. Estas obras que hoy resuenan en nuestros oídos nos dicen mucho y nos enseñan mucho. A mí en lo personal me interesa mucho saber que hay detrás de la conceptualización, la técnica y la forma de proyectar los espacios de tu padrino. Rivera por otro lado detonó esto y lo llevo a otro nivel junto con O´Gorman. ¿Cómo hubiera evolucionado este movimiento? Esa es mi gran pregunta…¿Cómo hubiera sido la obra de sus últimos años de vida?…Fueron hombres que nutrieron su bagaje (muy completo, por cierto) con México y su cultura efervecente, supieron y se dejaron llevar por eso lograron hacer esas obras, tanto en Pintura y en Arquitectura. No dudo en poner a Juan O´Gorman, Luis Barragán, Carlos Mijares , Antonio Attolini Lack y Max Cetto entre lo mejor de lo mejor de la Arquitectura del siglo XX en México.
Bettina Cetto
agosto 9, 2022 @ 5:57 pm
No podría estar más de acuerdo contigo. En cuanto a la técnica de los mosaicos de piedras de colores, si Diego Rivera la inventó, la desarrollaron al alimón en el Anahuacalli. Quien experimentó para lograr los mosaicos blanco y negro del primer piso fue Diego. Ya en el segundo piso, encontramos mayor riqueza de colores. Juan perfeccionó la técnica de colado y logró obtener la amplia gama de piedras de colores que emplearon en el tercer piso.