Reflexiones sobre arquitectura y autorías
La Casa Cetto
En el posmoderno espacio de las redes sociales todo puede ocurrir. Un día me entero que la autoría del mosaico que papá diseñó y ejecutó en su estudio se la atribuyen a su compadre. Me calmo, y por supuesto escribo sobre ello1, motivada porque esto no es un hecho aislado. A menudo observo que obras de Max Cetto navegan por ahí bajo el nombre de otro arquitecto o ingeniero2. A veces el desconocimiento es sublime, como el que muestra un vídeo que recién descubrí, donde despojan a Cetto de la autoría de su propia casa.
Sobre la casa de Agua 130 existe una gran cantidad de literatura3 y en ninguna publicación, hasta ahora, se le había escatimado crédito a su autor. ¿Por qué sería que el creador del vídeo —que en realidad persigue la buena intención de llamar la atención sobre el hecho de que pocas casas emblemáticas de Jardines del Pedregal de San Ángel se conservan todavía— no se ocupó de investigar un poco, y con toda tranquilidad se refiere a la casa como «una obra conjunta de Barragán y Cetto»?
El arquitecto y el acervo de la UAM Azcapozalco
Sí, me preocupa el tema. Recordemos que mi papá llega a México en 1939 y es apenas en diciembre de 1947 cuando recibe la nacionalidad mexicana. Es entonces cuando puede firmar sus proyectos y es cuando establece su propia oficina. De manera que los proyectos que realiza antes de 1947 —y especialmente, entre 1939 y 1944, del que constan en el Archivo de la UAM Azcapotzalco más de 12 proyectos y obras realizadas tanto con Jorge Rubio como con Luis Barragán— se entiende que puedan andar por ahí navegando bajo el nombre de otro arquitecto o ingeniero. Lo que no se justifica es que eso mismo ocurra con obras posteriores, con proyectos de los primeros años 50 que él desarrolla en el fraccionamiento Jardines del Pedregal de San Ángel. Son proyectos de Max Cetto, con planos diseñados y firmados por él.
Se trata de las casas de Av. Fuentes 130 y 140 (antes 10 y 12), cuyo diseño Luis encargó a mi padre para hacerle publicidad al fraccionamiento. Al ser por encargo, se entiende que existiera un diálogo entre ambos, diálogo que nos legó, escrita con la letra de Barragán, una sugerencia en uno de los bosquejos de papá para la casa de Av. Fuentes 140. Con relación a esta residencia, que luego adquirió el pintor Berdecio, mi papá hace la siguiente observación en su libro: “Esta casa se construyó por encargo de la compañía fraccionadora como propaganda y para su venta. El leitmotiv de la composición arquitectónica que la unía y caracterizaba, fue sacrificado por consideraciones tímidas, antes de haber encontrado su dueño…”. En todo caso, la autoría de Max está reconocida en muchas publicaciones y por algo los planos originales de las “casas muestra” referidas se conservan en el Archivo Max Cetto que alberga la UAM Azcapotzalco.
En el mismo acervo, existen también planos de mi papá que llevan la firma de Juan O’Gorman pero, por fortuna, nadie ha tenido la peregrina idea de adjudicar su autoría a mi padrino. Saben los historiógrafos que habían transcurrido años en que Juan se dedicaba de lleno a la pintura, en virtud de que su desencanto con el funcionalismo lo había alejado de ejercer como arquitecto. Sin embargo, apoyó en varias ocasiones con su firma a su compadre. Y el hecho es que, a pesar de su enorme amistad y cercanía, no existe una sola obra arquitectónica que hayan realizado en conjunto ambos arquitectos.
Al correr el año 1949, la familia Cetto, compuesta en aquellos días por mis padres y mis dos hermanas, se mudó al Pedregal, a la primera casa que se construía en el fraccionamiento. Vecinos no había, y no los hubo durante varios años. La casa tenía entonces sólo una planta. Al poco tiempo, Max diseñaría su ampliación, donde albergaría su estudio. Coincidentemente, cuando Cetto construía el segundo piso de la casa de Agua 130, O’ Gorman se encontraba inmerso en el encargo de la Biblioteca Central y proyectando su casa orgánica, fantástica y polícroma de Av. San Jerónimo. De hecho, el mosaico que papá diseña para su propio estudio refleja cuánto conversaban sobre el tema. Sólo que la representación pictórica que hace Max es lejana a la temática de Juan, y más lejana aún, a la perspectiva de otros muralistas y arquitectos que trabajan en la naciente Ciudad Universitaria.
El crítico e historiador
Pienso que su labor como crítico e historiador de la arquitectura fue muy importante. Por eso me empeñé en que su libro Arquitectura Moderna en México/Modern Architecture in Mexico saliera publicado nuevamente en una edición facsimilar al cumplirse cincuenta años de la publicación original. Las referencias a esta obra son abundantes, y a los estudiantes de arquitectura les pedían que leyeran el libro pero no era cosa fácil encontrarlo, ya que se había agotado desde hace muchos años. Por lo mismo, no pasará de 2016 para que la obra quede disponible al público como e-book de libre acceso. Ésta es una promesa.
La relación de Cetto con la enseñanza
Igualmente relevante fue su práctica docente. Mostró a sus alumnos la inconsistencia de trabajar en el restirador ante el vacío de un concepto. Que la creación es producto de un contacto, un estudio y un conocimiento de la realidad en todos sus aspectos. Es en su tarea como maestro de la Facultad de Arquitectura de la UNAM donde le fue posible poner todo su empeño en enseñar una arquitectura que atendiera las necesidades de comunidades marginadas.
Todavía a sus 77 años, con su conocimiento y ejemplo, llevaba a los alumnos a pueblos para que estudiaran la problemática económica, social, ambiental y constructiva. O sea, que se olvidaran de trabajar en el restirador ante el vacío de un concepto.
También, a lo largo de muchos años, lo invitaban a universidades en el extranjero a impartir cátedra durante un semestre, o bien, a dar un ciclo de conferencias. No me cabe duda que dejó en sus alumnos la lección de que la arquitectura es una construcción más entre muchas construcciones: las nubes, el paisaje… la lección de su particular atención hacia el terreno y el paisaje. Y recordarán que a Cetto le preocupaba la relación entre la naturaleza y el ser, entre el individuo y su sociedad. Cuando él hablaba hace tantos años de la problemática ambiental hasta lo miraban raro. La recuperación de un ser humano integrado a su sociedad y a su medio ambiente fue su lucha y su vida comprometida.
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Notas y bibliografía
- En este mismo blog “Cinco arquitectos y un mosaico”.
- Así lo observó en vida el propio arquitecto Cetto, y lo comentó sutilmente a Lilia Gómez en una entrevista que apareció publicada en Testimonios Vivos. 20 Arquitectos (Cuadernos de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico), INBA, México 1979.
- Algunas de las publicaciones en las que aparece la Casa Cetto:
- Aptilón, Alejandro y Alfonso Pérez-Méndez: Las Casas del Pedregal 1947-1968, p.72-79. Ed. Gustavo Gilli, Barcelona / México 2007.
- Arquitectura México, tomo XII, marzo 1956, “Casa en el Pedregal”, p. 41-43, México.
- Canales, Fernanda: Arquitectura en México 1900-2010, vol. 1, Línea del tiempo: Obras, Arquine/Banamex, México 2014.
- Canales, Fernanda y Alejandro Hernández Gálvez: 100×100. Arquitectos del siglo XX en México, Arquine, México 2011.
- Crónica de los Jardines del Pedregal de San Ángel, Año 1, No.4, Oct. 1973”La primera casa del Pedregal”, p.18-22, México
- Baukunst und Werkform, No.1/2, “Max Cetto: Wohhäuser in den Pedregalgarten in Mexico“, p.42-46, Frankfurt am Main, Alemania, 1954.
- Cetto, Max: Modern Architecture in Mexico/Arquitectura Moderna en México, foto de portada y p. 178-179. Edición facsimilar, Museo de Arte Moderno, México 2011
- Constru-noticias, No. 187, agosto 1979 “Arquitectura y ecología: relación fructífera del arquitecto con la naturaleza”, p.5-8, México
- De Anda Alanís, Enrique, La casa Cetto en el Pedregal de San Ángel: Aire, rocas, recuerdos…: “Universidad de México”, Revista de la Universidad Nacional Autónoma de México, Núm. 516-517, México, ene-feb 1994. Para verlo en la web: http://www.revistadelauniversidad.unam.mx/ojs_rum/index.php/rum/article/view/13943/15181
- Decoración No. 12, Dic. 1953 “Residencias en la Ciudad de México por el arquitecto Max Cetto”, p. 31., México.
- Dias Comas, Carlos Eduardo y Miquel Adria: La Casa Latinoamericana Moderna. 20 paradigmas de mediados del siglo XX. Ed. Gustavo Gilli, Barcelona / México 2003
- Dussel Peters, Susanne: Max Cetto. Arquitecto mexicano-alemán. Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, México 1995,
- Emanuel, Muriel, ed. Contemporary Architects, p. 145, St. Martins Press, New York, USA, 1980.
- Garza Usabiaga, Daniel: Max Cetto. Protagonista del desarrollo de la arquitectura moderna en México. Prefacio a la edición facsimilar de: Max Cetto (†): Modern Architecture in Mexico. Arquitectura moderna en México. Museo de Arte Moderno, México 2011.
- Gómez, Lilia (Coord.): Entrevista con el Arquitecto Max L. Cetto. En: Testimonios Vivos. 20 Arquitectos (Cuadernos de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico), p. 119, INBA, México 1979.
- Gössel, Peter, ed. Moderne Architektur A-Z, p. 194, Taschen, Alemania. Esta enciclopedia también se publicó en inglés y en español.
- Gutiérrez, Virginia, Transformaciones Modernas. Síntesis entre particular y universal en cinco casas de arquitectos. Tesis de maestría, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2014. Dedica un capítulo muy amplio a la Casa Cetto.
- Heredia, Juan Manuel, The Work of Max Cetto. Restorations of Topography and Disciplinarity in Twentieth Century Modern Architecture. Tesis doctoral, Universidad de Pennsylvania, 2008. Dedica un capítulo muy amplio a la Casa Cetto.
- House & Home No. 10 (octubre 1952), p.131, Time Inc., New York, USA.
- La Mia Casa No. 175, marzo 1985, p. 56-59, Milano, Italia.
- Los Angeles Times Home Magazine, jun 17, 1973, p.31, Los Ángeles, California, USA
- Noelle, Louise: Cetto, Max. En: Arquitectos Contemporáneos de México. Ed. Trillas, México 1989.
- Ricalde, Humberto: Max Cetto. Vida y obra, p. 54-56, Colección Talleres, Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional Autónoma de México, México 2005.
- Imágenes en https://flic.kr/s/aHskiuWEyp
Jesús Tovar
junio 15, 2022 @ 8:52 pm
Bettina: Tengo pendiente contigo visitar la Casa-Estudio en el Pedregal para tomarnos un café y platicar. Me parece que el papel de teórico e historiador de tu papá está por explorar más ampliamente en México al menos. Deberíamos de conocer ampliamente su obra (construída y escrita) en todo México pero no la conocemos lo suficiente. Hace falta más trabajo de investigación serio y comprometido. Faltan empresas e instituciones que promuevan más esto no solamente la UNAM. ¿Qué pasa en provincia? El legado de tu padre ahí está y esperemos que esté disponible siempre. A mí en lo personal me encantaría revisarlo y publicar más de su trabajo contundente. Todo radicaba en su forma de ver la vida y la Arquitectura. Nos hace falta contagiar. Pero quiero decirte que tu labor no está en «saco roto» dará frutos con el tiempo. Una obra así es tan grande que es inevitable que nos demos cuenta tarde que temprano. A mi me gustaría saber si hay planos digitalizados de las obras de tu padre? Me encantaría tener tu permiso para hablar del legado de tu papá en la Laguna y otros sitios con conocimiento de causa. La curiosidad me mueve siempre como magneto hacia la buena Arquitectura, un abrazo fraterno.